Por Rigoberto Pitti - Publicado en www.panoramacatolico.com / 11-04-2015.
Desde
el 8 hasta el 11 de abril se celebró en Panamá una serie de foros
empresariales, juveniles, de rectores, de la sociedad civil, de los pueblos
originarios y otros, además de la VII Cumbre de presidentes de las Américas. Durante
esta cita continental se dialogó sobre ocho temas importantes: educación,
salud, energía, ambiente, seguridad, migración, participación ciudadana y
gobernabilidad democrática.
Por
lo general, estos eventos se enfocan en temas coyunturales como el acercamiento
entre Estados Unidos y Cuba o la tensión entre Venezuela y Estados Unidos. Sin
embargo, un hecho importante esta vez fue la participación activa de actores
sociales y organizaciones de la sociedad civil dialogando y debatiendo sobre
los temas de la cumbre.
La
mayoría de los participantes estuvieron de acuerdo en que la región ha tenido
grandes avances económicos, políticos y sociales. Pero estamos en deuda
respecto a la distribución de los beneficios de ese progreso. Por ello, el lema
de la cumbre fue “Prosperidad con Equidad”. Más que un hecho, es un desafío.
El
continente americano y, por supuesto, Panamá, es una de las regiones más
desiguales del planeta. Mientras que pequeños grupos empresariales nacionales o
transnacionales construyen jugosas fortunas, miles y millones de personas no
tienen acceso al agua potable, a alimentación saludable y barata, a salud, a educación
de calidad, etc. Muchos ciudadanos como los grupos originarios, los
discapacitados, los afrodescendientes, los campesinos, las mujeres, los jóvenes,
se sienten marginados del desarrollo.
Todo
el debate lleva a la necesidad de la inclusión social, la participación
ciudadana, la descentralización y sobre todo, una mejor distribución de los
bienes.
Desde
el 8 hasta el 11 de abril se celebró en Panamá una serie de foros
empresariales, juveniles, de rectores, de la sociedad civil, de los pueblos
originarios y otros, además de la VII Cumbre de presidentes de las Américas. Durante
esta cita continental se dialogó sobre ocho temas importantes: educación,
salud, energía, ambiente, seguridad, migración, participación ciudadana y
gobernabilidad democrática.
Por
lo general, estos eventos se enfocan en temas coyunturales como el acercamiento
entre Estados Unidos y Cuba o la tensión entre Venezuela y Estados Unidos. Sin
embargo, un hecho importante esta vez fue la participación activa de actores
sociales y organizaciones de la sociedad civil dialogando y debatiendo sobre
los temas de la cumbre.
La
mayoría de los participantes estuvieron de acuerdo en que la región ha tenido
grandes avances económicos, políticos y sociales. Pero estamos en deuda
respecto a la distribución de los beneficios de ese progreso. Por ello, el lema
de la cumbre fue “Prosperidad con Equidad”. Más que un hecho, es un desafío.
El
continente americano y, por supuesto, Panamá, es una de las regiones más
desiguales del planeta. Mientras que pequeños grupos empresariales nacionales o
transnacionales construyen jugosas fortunas, miles y millones de personas no
tienen acceso al agua potable, a alimentación saludable y barata, a salud, a educación
de calidad, etc. Muchos ciudadanos como los grupos originarios, los
discapacitados, los afrodescendientes, los campesinos, las mujeres, los jóvenes,
se sienten marginados del desarrollo.
Todo
el debate lleva a la necesidad de la inclusión social, la participación
ciudadana, la descentralización y sobre todo, una mejor distribución de los
bienes.